¿A quién no le gusta hablar con alguien de otro lugar sobre esas palabras tan diferentes que utilizamos para referirnos a una misma cosa? Y ¿a quién no le resulta divertido cuando escuchamos a nuestros abuelos decir palabras que ni comprendemos? Esto se debe al desuso de las palabras con el tiempo y siempre ha sido un tema recurrente y divertido. Por este motivo, los traductores jurados de Bianda Traducciones van a dar algunos ejemplos que estamos seguros de que os resultarán interesantes. ¡Es el momento!
Los motivos que nuestros traductores jurados de Madrid han encontrado para que las palabras sean enviadas al cementerio de las palabras olvidadas son muchos y muy diversos.
Uno de los principales motivos fue encontrado por nuestro equipo de traducciones oficiales en Madrid, quienes consideran que la carencia de uso de una palabra es la que la lleva al olvido, y realmente es cierto. ¿Cuántas profesiones conocemos que hoy en día ya no existen? ¿O tradiciones? ¿O costumbres? Por lo tanto, podríamos decir que el uso de una palabra determina si tiene los días contados o no. Es sencillo, si lo pensamos, cuanto menos se utilice una palabra, antes se olvidará y, por supuesto, antes aparecerá otra que los traductores jurados deban utilizar para sustituirla. ¿Cómo es eso que dices?... ¡Ah sí! ¡Renovarse o morir!
Otro de los grandes motivos fue identificado por los traductores oficiales de Bianda Traducciones, quienes señalan que la globalización y la economía del lenguaje juegan un papel fundamental. La globalización y la interacción entre personas de diferentes países llevan a que una de las palabras se convierta en la principal frente a la otra. Si a esto le sumamos que la economía del lenguaje nos impulsa a utilizar los términos más comunes, perdemos muchas palabras que nuestros traductores jurados deben seguir considerando en su labor.
Nuestros traductores jurados de Madrid han encontrado algunos ejemplos que seguro que os dejan con la boca abierta.
Uno de ellos es la palabra «cuchipanda», que hoy podríamos sustituir por «quedada», aunque no tiene las mismas connotaciones. Otro ejemplo podría ser «emparedado», el cual sustituimos por «sándwich», o incluso «malandrín», que nos sería más conocido si utilizáramos la palabra «maligno» o «perverso».
Y ante esto, ¿qué hacen nuestros traductores jurados? Pues... podríamos resumirlo en una simple frase: ¡Adaptarse! Como traductores oficiales, los traductores jurados de Madrid de Bianda Traducciones son completamente camaleónicos, se adaptan a todas las situaciones y se encuentran en constante aprendizaje y esto se aprecia en sus resultados.
Bianda Traducciones ejemplo de garantía. Somos una agencia de traducción comprometida con prestar servicios de gran calidad en traducción jurada y otras especialidades del campo de la traducción. Contamos con profesionales altamente cualificados con años de experiencia cuya máxima es adaptarse a las necesidades de los clientes, garantizando un resultado de calidad en el menor plazo posible.
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